Oremos
Señor, qué día el que me has permitido vivir, ha estado cargado de muchas cosas, tanto positivas como negativas, pero, sobre todo, ha estado cargado de algo que para mí es muy importante: de confianza en Ti, de esa sensación de que Tú eres quien guía mis pasos y dirige mis acciones.
Tú me conoces por completo, Tú sabes todo aquello que me hace feliz y lo que me hace estar triste. Tú conoces las intenciones que hay en mi corazón cuando emprendo un proyecto o cualquier otra cuestión, y ese conocimiento que tienes de mí me hace sentir confiado en que siempre estarás dispuesto a darme una mano cuando lo necesite.
En medio del miedo, de la incertidumbre y la inseguridad, sé que siempre estarás conmigo y eso hace de cada día un día maravilloso.
Te alabo y te bendigo en esta noche, te doy gracias porque me has hecho sentir amado y bendecido por Ti durante todo el día.
Amén.