Asombroso - Nombres de Dios #24

Pues el Señor Altísimo es Asombroso; es el gran Rey de toda la tierra. (Salmo 47:2)

Nos asombramos ante un cuadro increíble, una película bien hecha, una pieza musical conmovedora, un gran libro o un acto de bondad con sacrificio. Eso despierta en nosotros respeto por el talento o asombro por el carácter de una persona. Pero el asombro en sí es una actitud relegada al Dios Creador. Y sólo a Él.

El asombro es un respeto reservado para un Dios santo. Dios es Asombroso. Redentor, misericordioso, totalmente santo, fuego consumidor, creó todo lo que vemos, todo lo que somos, dirigiendo todos nuestros momentos, escribiendo nuestras historias con manos amorosas atravesadas por clavos.

Haber estado allí en los días del Éxodo, haberle visto llenar Egipto de ranas, piojos, moscas, granizo ardiente, oscuridad, la terrible noche cuando el Ángel de la Muerte pasó y destruyó a los primogénitos, protegidos sólo por la sangre del Cordero. Ver la división del Mar Rojo, la columna de fuego de noche, la columna de nube de día. Probar la comida de ángeles en el desierto.

Sin embargo, a pesar de todo eso, con toda esa prueba de Su presencia, Su amor, Su increíble poder, sólo tres de los millones creyeron que Él iría delante de ellos a la tierra prometida, eliminando a los gigantes en su camino.

¿Por qué? ¿Por qué, cuando Dios en un momento ahogó a todo el ejército del Faraón Perdemos la memoria a corto plazo? Tendemos a olvidar a este Dios increíble, poderoso, asombroso, sobrecogedor en nuestra vida diaria, nos olvidamos de Él en medio de nuestros problemas, siempre intentando resolverlos por nuestra cuenta.

Pero si pudiéramos recordar quién es Él, como Josué, confiaríamos en Él para que partiera el Jordán, para que derribara Jericó. Para ir delante de nosotros.

Oremos

Dios, hoy recuerdo que Tú eres digno de mi admiración, que no hay nadie como Tú. Los ídolos que me encuentro adorando hoy, entretenimiento, comodidad, riquezas, fama. Ayúdame a ponerlos a un lado por más de Ti. Amén